Posada Gremary

Me encantó esta posada porque te hacen sentir como en casa, la atención es maravillosa, los chicos de la posada (Aníbal, Isolina, María, Neizi, Kimi y el Sr Tomás) son excelentes, el carisma que tienen es increíble. Nos dieron la llave de la habitación con una llave de la puerta para poder entrar si llegábamos tarde. La ubicación de la posada está en la calle principal, cerca de la plaza donde hacen eventos en temporada alta como carnaval o semana santa y también muy cerca del aeropuerto, La comida es muy rica: Todas las cenas son a base de pescado, con papa, otro día con pasta, con entrada (sopa de cebolla, de auyama o bruschettas ) y postre (chocolate, arroz con coco, majarete, dulce de lechosa). Las cavas para la playa iban con agua, refresco, frutas (melón, piña y patilla) y una opción de comida fría como ensalada de pasta, un arroz con carne o sándwich de jamón y queso. Vi gente que no quería pescado y le preparaban algo aparte para la cena, otro que quería repetir postre y lo complacieron. Los desayunos eran arepitas con queso, huevos revueltos, jamón, omelette, y siempre siempre había café bien temprano. Yo no quería refresco y me colocaron dos aguas de litro y medio en la cava. La habitación que nos tocó tenía buen aire acondicionado, se ve que la habían recién acondicionado. Bastante sencilla sin tv ni agua caliente pero en realidad en la playa no hace falta tanta comodidad porque uno llega es a dormir solamente. La posada estaba repleta de extranjeros, italianos que tenían mucho tiempo allí, argentinos, españoles, que pasan estadías mas largas, van a hacer paracaidismo, pesca deportiva, etc. Te buscan en el aeropuerto, te llevan la cava a la lancha, te apoyan si necesitas comprar cosas adicionales para llevar a la playa…. que mas puedo decir? son excepcionales. Ah ya, la posada tiene su propia lancha llamada Gremary I, nos llevaron a Francisky y Madrisky. El viaje a cayo de agua se paga aparte pero nos lo coordinaron con la lancha el Pollón, cuyo capitán es un experto, y me encantó que nos colocaron un pulpo para protegernos del sol, fue el plus del viaje. Creo que los comentarios negativos que se ven por allí no se parece a lo que yo viví…. Yo estoy totalmente agradecida. Saludos. Seguridad: En el pueblo se ve mucha seguridad, Guardia Nacional, Guardacostas, Policía, salvavidas (Madrisky). En los cayos te vas a caminar, dejas tus cosas en el toldo y no pasa nada. Posibilidad de caminar: Todo en el pueblo es cerca, las calles son de arena, hay farmacia, panadería, tienda de víveres, souvenirs, restaurant, licorería, y podría decir que casi todo se puede pagar con punto de venta o pago móvil, así que no necesariamente hay que gastar dólares (este comentario para los venezolanos).